En colaboración con @Women4Sports
Vivir el sueño que siempre quiso no es fortuito. Entrega, disciplina y talento combinaron resultados para que Daniela Asenjo (12-3-3, 2 KO) levante el puño como campeona de la vida. Esas manos que emplea como pugilista para pulverizar a sus rivales arriba del cuadrilátero, son las mismas que se mueven con gracia y sutileza al momento de asumir su fase de violinista.
La chilena de 32 años de edad, y ahora monarca mundial supermosca de la Organización Internacional de Boxeo (IBO), ha trazado su propio camino dentro del boxeo. En el sendero del pugilato ha reído y gozado con sus triunfos, pero también a probado los sinsabores de las derrotas, pero jamás se rinde.
El boxeo, “la mejor apuesta” para Asenjo
El camino no es sencillo, Daniela ‘La Leona’ Asenjo lo sabe. Desde niña aprendió a tocar el violín, instrumento que la acompaña en su día a día, también fue a la universidad y fue a los 18 años de edad que descubrió a dos de sus mejores e inseparables compañeros: los guantes de boxeo. Daniela comenzó a entrenar esta disciplina simplemente por deporte, para mantenerse saludable, pero el destino le tendría preparada una gran sorpresa.
“Acá en Chile, dedicarse a la música y al deporte es muy difícil, así que entré a la universidad a estudiar psicopedagogía, fue en ese lapso donde conocí el deporte y me enamoré”, señala ‘La Leona’. “Hacía en paralelo mi trabajo como psicopedagoga y los entrenamientos en el gimnasio, pero fue hasta 2018 que tomé la decisión de renunciar y enfocarme completamente en el boxeo. Ya pasaron cuatro años y, sin duda, ha sido mi mejor apuesta“.
Para Asenjo han sido 12 años de constante lucha -2 como amateur y 10 como profesional- dentro del pugilismo chileno. Tan solo es la segunda boxeadora profesional femenil en la historia de Chile, luego de Carolina ‘Krespita’ Rodríguez. ‘La Leona’ Asenjo, que venía de ser campeona en kick boxing a nivel nacional y sudamericano, con 15 victorias como amateur, arrancó su trayectoria al máximo nivel en un combate ante la argentina Jorgelina Obregón, en 2012, para después volverla a vencer en un segundo capítulo tras empatar con María Magdalena Rivera.
“Yo nunca pensé que iba a llegar a donde estoy ahora, siempre fue una apuesta. Alejandro, mi pareja y entrenador, fue la persona que confió en mí cuando nadie más lo hacía”, comentó. “Empezamos a demostrar que podía hacer esto de forma seria y que podía conseguir logros deportivos; y de no ser así, quizá hubiera ‘tirado la toalla’. Siempre fue mi apoyo, organizábamos peleas, teníamos que montar el ring y las sillas, vender las entradas; no fue nada fácil, pero ha sido reconfortante porque hemos sido pacientes para hacer las cosas bien”, añadió.
Un KO a los prejuicios
Ser mujer y boxeadora, algo por la que era señalada. Vivir del deporte, del boxeo que es su pasión, parecía no rendir frutos ya que los premios y la paga, no siempre es bien remunerada, mucho menos en los deportes femeniles.
“Tuve que ir abriendo camino. En un principio sí me topé con esos prejuicios y trabas, decían que el boxeo no era para mujeres, así me ocurrió cuando quise ingresar a mi primera clase. Ahora, las cosas han ido cambiando porque nos hemos ganado el respeto de los pares con hechos, demostrando que era muy buena boxeadora“, declaró.
Ella lucha por esta situación desde su trinchera en busca de soluciones que le brinden tanto a ella como a miles de atletas, la posibilidad de generar ingresos justos con el apoyo de patrocinadores y promotores, además de darle al boxeo femenil la vitrina que se merece, sobre todo en Sudamérica.
“La falta de apoyo económico siempre han sido uno de esos problemas. Nunca he hecho deporte completamente porque siempre estoy trabajando. Antes de dejar la psicopedagogía, trabajaba también dando clases de violín, estudiaba la universidad y entrenaba… Era mucho el desgaste, pero tenía que hacerlo para solventar lo que me gustaba”, reconoció.
Ser campeona del mundo; un sueño hecho realidad
Sin lugar a duda, el próximo 7 de abril es una de las fechas más importantes de su carrera. Asenjo, quien venía de un criticado empate contra Maribel Ramírez por el título supermosca de la AMB, del cual no pudo hacerse acreedora, la vida le dio una revancha para volver a brillar en el entarimado.
La ciudad de París, Francia, fue testigo del rugido de la boxeadora valdiviana, que ahora, no dejó ninguna duda contra la estadounidense Casey Morton para que los jueces le otorgaran, de manera unánime, el resultado de tantos años de esfuerzo, lágrimas y sacrificio alzando el título supermosca del IBO.
“Estoy muy feliz, va dedicado a toda mi familia y el país. Es algo muy emocionante. No pude botar a mi rival, era dura, pero lo importante es que gané”, señaló al término de la pelea para la Radio Deportes, Lluvia y Encanto.
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Mensaje para las próximas generaciones
Asenjo no dejó pasar la oportunidad para enviarle un mensaje a todas las niñas y mujeres que aspiran incursionar en cualquier deporte, señalando que, a pesar de las complicaciones que se presenten, si tus sueños son más grandes, no habrá duda de que la vida las pondrá en el lugar que desean.
“Jamás se den por vencidas, si algo realmente les mueve, que lo hagan y se entreguen por completo. Quizá habrá dificultades, pero si es lo que quieres para tu vida, hay que ir contra todo y contra todos. Al final, el universo de alguna forma se estabiliza para que las cosas pasen, pero hay que ser disciplinados”, concluyó ‘La Leona’.
La entrada Daniela Asenjo: ‘Leona’ en el boxeo, campeona de la vida se publicó primero en UNANIMO Deportes.